Legado Cervantino
Munera es parada obligatoria si quieres seguir las huellas de Don Quijote de La Mancha. La impronta de Cervantes en esta villa está estrechamente unida a los capítulos XIX, XX y XXI de la segunda parte de su universal obra: los capítulos del pastor enamorado, más conocidos como Las Bodas de Camacho. En el pasaje, Don Quijote y Sancho Panza son testigos de una peculiar boda, donde el amor vence al interés de la mano de sus protagonistas: Basilio el pobre, Camacho el rico y la Bella Quiteria.
Hoy en día, un Centro de Interpretación al aire libre y un mural representativo recuerdan, en el paraje de los Casares, el lugar donde la tradición oral y numerosos estudios sitúan el desenlace de estos desposorios.
En su honor se erigió en 1975 el Molino de la Bella Quiteria, un museo etnográfico propiedad de Enrique García Solana y Amparo Gavidia Murcia, a la sombra del cual cada primer sábado de julio se celebra la entrega de premios del Certamen Literario Molino de la Bella Quiteria. Uno de los concursos literarios más longevos de la región, punto de encuentro de poetas y prosistas de renombre nacional.
En fechas próximas al 22 de mayo onomástica de Santa Quiteria, también en el paraje de Los Casares, celebramos con entusiasmo las Jornadas de las Bodas de Camacho de Munera. Donde a lo largo de dos días de fiesta y encuentro se desarrollan numerosas actividades de carácter turístico, lúdico y cultural.